¿Ha visto a esas personas que salen de un problema financiero pero poco tiempo después entran a otro?, ¿consiguen una refundición de deudas para acabar con sus problemas de dinero, pero meses después andan en búsqueda de un nuevo crédito porque la escasez les limita la calidad de vida?, para evitar esta condición o salir de ella, reflexionemos al respecto.

La economía del comportamiento

El paradigma de la economía clásica señala que el ser humano es un ser racional, que busca maximizar sus utilidades y por ende protege sus recursos de manera efectiva, sin embargo, la economía del comportamiento cuestiona este planteamiento al proponer que las decisiones financieras están influenciadas por factores psicológicos, sociales y culturales, es de acá que se desprende una idea bastante socializada, ¨las decisiones de compra son emocionales y después de efectuadas se justifican por medio de la razón¨.

Es así que la economía del comportamiento nos recuerda que las emociones, la presión social, los sesgos del pensamiento, el papel de la publicidad, entre otros, influyen en nuestra relación con el dinero y en nuestros resultados financieros.

Pero, ¿por qué los problemas financieros no siempre tienen su origen en el dinero?

Constantemente estamos ejecutando acciones que influyen en la administración del dinero, por lo que tomar consciencia de nuestra relación y actitud hacia el mismo es indispensable.

En ocasiones creemos que los problemas de dinero son la causa de las crisis que enfrentamos, hay personas que desde su narrativa expresan ¨todo esto me pasa por no tener dinero¨, o bien ¨si tuviera ese monto de dinero ya hubiese resuelto este problema¨. Lo que no se percatan es que sus problemas financieros son efecto de decisiones mal tomadas o de indecisiones, siendo este factor el que imposibilita un cambio real dado que no estimulan una actitud de responsabilidad financiera, no lo olvide una persona que se asume como víctima del entorno o de las circunstancias no tendrá la capacidad para cambiar sus propios resultados. 

Recordemos que el dinero es un recurso y como tal debemos aprender a administrarlo, por tanto tome en cuenta algunas de las razones que propician los problemas financieros:

1.Baja tolerancia a las emociones displacenteras: las emociones displacenteras tienen una gran influencia en las decisiones de compra, así como en los hábitos de consumo, todos hemos visto personas que bajo estados emocionales displacenteros toman decisiones precipitadas que desajustan su presupuesto personal o familiar.  Recordemos que, si no se cuenta con los recursos psicológicos para gestionar una emoción displacentera, esto puede activar conductas des adaptativas y disfuncionales.

Conversaba con una persona que indicaba que bajo un estado de tristeza tiende a visitar el centro comercial más cercano para hacer compras, esto le genera un placer temporal que compensa su química cerebral, aunque este ejercicio en sí mismo no resuelva la causa de fondo.  Algo similar sucede con personas que experimentan altos niveles de ansiedad, en ocasiones convierten el dinero en un placebo, aunque las consecuencias finales perjudiquen su flujo de efectivo.

Otra emoción que tiene una gran influencia en las decisiones de compra es la frustración, esa sensación de impotencia al desear algo que no se puede comprar de inmediato activa un proceso fisiológico de alta tensión, hay quienes se les hace insoportable crear o esperar las condiciones ideales para asumir gastos o compras y por tal razón eligen el placer inmediato sobre la tranquilidad a mediano plazo.

2. Indisciplina financiera: esta hace referencia a la falta de estructura y orden sobre la cual algunas personas administran sus finanzas. Es muy común escuchar el testimonio de personas que, aunque confeccionan a inicio del mes un presupuesto no lo respetan, es decir, no lo toman de referencia y filtro para sus decisiones de compra.

Es importante recordar que la educación financiera pretende influir en el nivel de conocimiento, pero a su vez busca una transformación en el carácter y es en aquí donde toma relevancia el desarrollo de las disciplinas financieras.  Si quiere un cambio profundo en sus resultados financieros deberá primero instalar hábitos que se sostengan desde la disciplina financiera.  ¿Se considera una persona con disciplina financiera?

3. Sobre-exigencias: es común que los criterios autoimpuestos tengan un impacto en las finanzas personales, es probable que usted haya visto a esas personas que pretenden responder a los estereotipos sociales de éxito para así aumentar su estatus, lo que genera un gran desgaste emocional que además de ser innecesario afecta el nivel de bienestar.

Una persona muy angustiada me decía ̈ tengo que comprar mi carro del año, todos mis amigos de infancia ya lo hicieron y sólo yo no he podido lograr esta meta¨. Acá se puede ver con claridad cómo la presión de grupo mal canalizada se convierte en materia prima para el establecimiento de una sobre-exigencia, la cual altera la economía personal y familiar, haciendo uso del alto endeudamiento con tal de alcanzar las expectativas.

Como se puede observar a través de estos tres factores señalados: baja tolerancia a las emociones displacenteras, la indisciplina financiera y las sobre-exigencias, los factores psicosociales tienen una repercusión en las decisiones financieras, por lo que se puede concluir que no siempre los problemas de dinero, tienen su origen en el propio dinero, sino que es nuestro comportamiento que propicia resultados indeseados, así que la próxima vez que culpe al dinero de sus crisis, mejor haga una pausa y analice su propio comportamiento, tal vez ahí va encontrar más respuestas y soluciones.

¿Qué otros aspectos consideran que influyen en sus decisiones financieras?


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